༺ KARTAGO ༻

Isla de Kartago de noche con luna llena, cascada, bosque de abetos y un mar en primer plano.

Viajero:


Observas a lo lejos, oculta tras una bruma de medianoche, la isla de Kartago. De tu mente surgen los relatos que, desde la niñez, escuchaste sobre reyes y magos, sobre dragones y seres fantásticos. Largo y arduo ha sido el camino, pero ahora, ante ti, se alza la mítica tierra, bañada tan solo por el gélido fulgor de la luna.

Tu pequeña embarcación se mece sobre las ondas del océano, y la helada brisa te cala hasta los huesos a pesar de las gastadas ropas que has logrado conservar en tu viaje. El aire, denso y cargado de sal, huele a promesa. Del colosal acantilado, una inmensa cascada despliega un susurro de vida, y más allá de los árboles, un profundo bosque de abetos se pierde en las brumas del horizonte.

Te preparas para llegar a los pies de la imponente pared rocosa, tallada por el tiempo y la marea. Con la vista, buscas con avidez algún muelle o plataforma oculta que te permita por fin descender. Sientes que el destino te ha traído a este lugar, que el camino ha sido para ti y para nadie más.